Nació tímida, como la luz de una vela frágil como la primavera solitaria flor, temerosa, del aire recela ella no sabe que no está sola... es una enredadera.
Si abriera la puerta al olvido mi vida habría sido en vano sin sentido. Seria palpar las tinieblas sin sentimientos, sin voz ni oído.
Quiero la brisa del mar la fiereza del león la belleza de una flor y las lágrimas perdidas. Y en el eco del adiós... el vuelo gentil, de una golondrina.
Ilumina y dale sol a esta vida vacía, devuélvele el calor que se fué esa tarde... esa tarde, que al igual que mis ojos... llovía.