Es besarte en la distancia adorarte con el pensamiento añorarte con el alma y escribirte lo que pienso.
Es escuchar una melodía al viento asociarla con mis ansias, aferrarme a la vida y tener esperanzas.
Es pensar en ti con alabanzas oir sentimientos detonar, mil poemas inspirar inflamando mil deseos.
Es soñar despierta y ahí te veo mirando el infinito es sentir como me agito al imaginarme entre tus brazos.
Es no tener que preguntarme al ver tus pasos si eres tú al que esperaba... si sin conocerte te aguardaba, para mis labios ofrecerte.
Es el renacer de un cuerpo hasta hoy inerte ardiente y dorado manantial de espigas mecido por la brisa amiga, aunando tu deseo y el mío.
Es tener la certeza que arrancarás el frío que harás de mi el río que encontró su mar y que ninguna ola podrá arrastrar, porque río y mar fundido... nada los puede separar.