Yo llegaré hasta ti, callada, sin hacer ningún ruido. En puntillas, casi volando, me acercaré a tu cama y, como ángel que vela el sueño de un niño dormido, te besaré la frente y cubriré tus ojos con mis alas
así esperaré que termine la noche y que la luz, intrusa, entre por tu ventana. más cuando llegue el tiempo en que los ojos abras yo ya no estaré allí, volaré hasta mañana.
Y así, cada noche de mi vida estaré junto a ti, velándote hasta el alba. nunca despertarás, seré silente y no me escucharás ni aun cuando me vaya.
Llegaré sin rozar el suelo de tu alcoba. me posaré callada sobre tu blanca almohada y allí me quedaré tan quieta como el agua de un lago que le sirve de espejo a una brillante luna enamorada.
Autora: María del Carmen Reyes -Madelca- Mar del Plata (Argentina)
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