I ˇCómo quisiera abrazarte, cómo quisiera besarte! Quisiera poder tomarte y mi ser todo entregarte. Quisiera tenerte cerca y susurrarte al oído unas palabras tan tiernas que pienses que al Cielo has ido. Mi pasión hoy te confieso y te lo digo con miedo pues sé que mi amor es mucho y expresártelo no puedo. Sólo puedo contenerme porque sé que no te tengo mas ten presente mi bien... que eres de mi amor anhelo. II Deseo acariciar tu cuerpo y llenarlo con mis besos, dándote en cada uno de ellos... Amor que llegue a tus huesos. Quiero besarte en la boca con pasión desenfrenada y quiero en los míos tus labios... como frutas que se antojan. Compartir contigo quiero lo más valioso que tengo: No son joyas ni recuerdos, soy yo mismo, y mis adentros. Deseo acariciar tu pecho y beber de tu alma el jugo, soñando que al fin mi vida... su sed halló quién mitiga. Quiero tomar tu cintura y entre mis manos tenerla para unir tu cuerpo al mio en una comunión eterna. Quiero mirarte a los ojos y así penetrar en tu alma; quiero verme en ella reflejado... conforme te voy amando. No habría alegría más completa que el darme todo yo entero, y la de llenar tu cuerpo... con el amor que te tengo. III Al agotar mi pasión y habernos comunicado... quiero que tu alma me lleve por caminos nunca andados. Quiero que pase el tiempo después de entregarte mi alma y disfrutar de tu calma sin prisas, mi amor, sin nada. Es un sueño, ya lo sé que quizá nunca se logre, mas de ilusiones como éstas es que se sostiene el hombre. No me culpes si te ofendo, pues hacerlo no he querido, sólo quise así expresarte lo que has logrado conmigo. Aunque diré que si acaso con esto te he perturbado... que disculpes a este hombre a quien al Cielo has enviado. (5 Abril 2001) ©2001 José de J. Torres
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