Hoy me hablaste de Amor y me dejaste admirado pues tus palabras llegaron cuando más lo había deseado.
Dijiste que me quisiste deseando que fuera tuyo y al decirlo solo hiciste que creciera más mi orgullo.
Con tus palabras lograste que mi alma te idolatrara y más de lo que entregaste en desesperación buscara.
Fue en otra vida, dijiste y quedé desilusionado ya que nunca ha sido bueno vivir cosas del pasado.
Me quedé desesperado, lamentando mi desdicha por no haberte aún entregado... lo que ya habíamos disfrutado.
©2001José de J. Torres Reservados todos los Derechos
|