Pobre mendigo de miradas de ternura, 
sentado frente a un fuego improvisado 
hoy de nuevo buscas cobijo en los corazones 
de quienes furtivamente te observan 
y ante ti, recelosos, su paso apresuran. 

Su solemne indiferencia tu fortaleza derrumba 
y te hundes más y más en el abismo del miedo, 
sabes que tu alma y voluntad derrotadas... 
ya no soportarán más el amargo desafío 
de no hallar piedad en sus entrañas. 

Triste vagabundo de nostalgias 
sufres en tu piel el menosprecio 
de esos seres que nunca se detienen 
y cargas sobre tu espalda el sentimiento 
de saberte por todos olvidado. 

A nadie le interesa oir tu historia 
aquella en que dicha y fortuna eran tuyas, 
y sólo mantiene vivo tu aliento ya cansado 
el amable recuerdo de unos ojos 
que alguna vez te amaron con locura. 

Devorador incansable de arduos caminos... 
no hay mirada que de ti se compadezca 
y yaces agotado bajo un manto de luna llena 
añorando con vehemencia otros lugares 
en los que todo a tu alrededor resplandecía. 

Los sueños que tuviste murieron en el pasado, 
atajos y veredas extraviaron su huella, 
la carrera veloz del tiempo alado detuvo tu paso... 
y una tímida lágrima hace crepitar la lumbre 
bajo la tristeza oculta de las estrellas. 

Autora: Brisa 
(19 Febrero 2002)

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 Pintura Central: Lucien Lévy-Dhurmer 

 Creación y Diseño fondos:  Brisa

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