(A mi amada Nina dedico este poema)
Virgen tus ojos te delatan el rubor de tu cara te desnuda casta mientras el sol despunta con el alba.
Virgen tus ojos te delatan tus labios entonan odas mientras tu rostro expresa calma.
En tu cuerpo anida un alma tus silencios me desarman tu tristeza me congoja.
Virgen tú eres diosa tienes la virtud de la mañana y tu inocencia brota pura y blanca entre orquídeas y rosas rojas.
Virgen tú eres un remanso de agua clara tenue, frágil, tierna, joven, bella, santa.
Virgen tus ojos te delatan y cuando en el bosque las flores vanidosas te persiguen y te atrapan para olerte el cuerpo entero en un río de agua blanca se dehojan embriagadas... ¡se dehojan embriagadas de tu alma!
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