Poemas de Alí Al Haded








Un gran dilema

Una mañana de Febrero
en que febo dormitaba
me di cuenta que volaba
y a las aves llamé hermanas

Pero mis hermanas que vagaban por los cielos,
desde siempre,
no comprendían como yo
siendo un ave no cantaba ni gorjeaba.

Y volaban separadas de mi vuelo...
y cantaban distanciadas de mi rama...

Fue allí ,en ese instante - lo recuerdo -
que arranqué una pluma de mis alas
y sobre una nube que pasaba
escribí unos versos escogidos.

Y la nube que arrastrada por los vientos avanzaba
comenzó a gimotear, compungida,
gotas de colores sobre la campiña.

Y una flor descubriendo sus pechos perfumados
mojó altiva sus pezones de licor sedientos;
y mientras el viento acariciaba sus pétalos rosados
con sutiles movimientos,
la flor gozosa,
estremecíase toda, deshojada,
por tan finos dedos.

Y fue aquella mañana de febrero
en que febo dormitaba
cuando la flor posó desnuda y feliz sobre la hierba
humedecida y amada.

Y las aves de cielo se miraron entre sí
como eclipsadas, por tanto, vuelo.

Y luego me miraron con sorpresa
hermano vuela con nosotras -me dijeron-
y gustoso fui con la bandada.

Y no supieron nunca, ni saber quisieron
no sé si por envidia,
no sé si por pudor
Si era tan bello su canto
como el irreverente encanto de la flor.






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