Poemas de Alí Al Haded









Perdóname este destierro
¡Viejo amigo, perro viejo!
tus ladridos acompañarán mi pesar
en el recuerdo.

Preguntaría a Pavlov -si pudiera-
si era cierto,
que tus ladridos a las estrellas
eran una queja a Dios
por haber encarcelado un alma noble
en un cuerpo tan pequeño.

Tú que corrías, saltabas y jugabas con nosotros
cuando niños;
¡nunca te cansabas,
nunca te aburrías,
nunca te quejabas!.

Ahora en el patio de la casa
y a la sombra de un pino
sólo tú y un hueso carcomido.

Echado de olvido,
huérfano de afectos
te dejaste ir ...
y contigo nuestra infancia.

Tú que ahuyentabas al miedo de las sombras
con voz de trueno
y animabas el silencio de esos días tristes y flacos
ladrando a los gorriones
o gruñendo al gato del vecino
nunca te he visto llorar.

¡Que digo!
Si sólo me acuerdo de ti ahora
que has muerto.








 Autor Cuadro Central:  Briton Rivière 

-Set creado en Julio del 2002-
© Brisa Diseños - Copyright Julio 2002