Recorrer caminos después de una jornada
esperar la lluvia, de una larga sequía
mirar el horizonte, entre espinos, zarzales
maleza seca y abundantes nopaleras.
La libre esperanza que el viento anuncia
al regresar a casa por las tardes,
esperando que caiga en los surcos
la ansiada lluvia del mes de mayo.
Sembrado con amor la milpa
la paciencia se vuelve más lenta
desaparece el cansancio en las mañanas,
al llegar la tarde una nueva esperanza.
Como si el descanso de las noches
Alimentara la necesidad de un nuevo día
Las madrugadas se reciben con fervor
Y el pensamiento se ocupa en el camino.
Por eso la esperanza se vuelve alimento
Por eso sembrar se vuelve pasión
Y sembrando con amor la milpa.
|
|