Es inexplicable la sensación de estar en la zona Chinanteca, Mazateca y Ojiteca en la cuenca del Papaloapam, con sus verdes platanares, campos de piñales, rodeados de ríos manantiales, cerros, grandes bosques de cañaverales y hulares de donde; la economía de Tuxtepec se levanta a pasos agigantados.
Es hermoso y bello además cuando se aparecen las mujeres con atuendos de colores de vivos, rojos, azules, blancos que aguardan con cautela en casas de maderas y palmas al fondo y en la esquina el "fogón" tapizadas de barro con maderas donde todas las mañanas la leña es prendida y desde allí se sazona el café los frijoles, las ricas mojarras que se consumen desde tiempos remotos hasta nuestros días.
Es la mojarra como principal alimento que provienen de ríos, arroyos, y presas que provee la región Tuxtepecana, aguas a la que debemos respeto y admiración en total medida, ya que de éstas principales fuentes necesitan no solo del hombre sino de los bosques con grave urgencia y penuria.
Conocer dentro del estado de Oaxaca en especial a Tuxtepec, es conocer sobre todo los climas, los pueblos, nuestra gente, la historia que comprende desde el olvido del porfiriano, el paseo de Hernán Cortés como antesala de la conquista a nuestros pueblos indígenas hasta los vastos territorios de Don Porfirio Díaz, en Valle Nacional.
Es sin duda alguna de interés para la antropología Mexicana. Estar en los ríos de Chiltepec, " El Zusul", "zumatra" "Ulluapam", Cerro "Rabón" entre otros.
Fuentes inagotables de admiración y respeto, lugares de donde es orgullo de nuestra región.