Al sentirme solitario, tan separado de tus tristezas, penas y dolores, me rige gran impotencia, y ansiedad de no estar contigo.
Siento tu pena como mi pena también tus llantos a la vez sumo tu fuerza, valor y grandeza en estos momentos de angustia.
Pido a cada amanecer tu alegría, que inicie mi efusión por ti, de lo pasado pido sea un sueño que en lo futuro cada naciente amanecer.
Mi alma al verte se reprime al sacrificio tenaz de tu existencia, de esa manera conquistarte con locura... mi gran mujer, ejemplo ternura.
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