Una noche como esta te tuve sobre el pecho.
Agujas de los pinos eran tupido techo.
Te besaba y tu boca, como capullo abierto
se me brindaba toda, toda hecha besos.
Una noche como esta te tuve sobre el pecho.
Hojas del triste otoño fueron mullido lecho.
Te acariciaba todo recorriendo tu cuerpo,
eras playa dorada, eras arena y viento.
Entre las sombras grises, como grises murallas,
nos amamos con ansias, con pasión, con delirio.
Tus manos eran barcos que arribaban a puerto,
tus silencios, mi arrullo; tu aliento era mi aliento.
Y así pasó la noche, llegó el sol con su brillo
Y las horas vividas son ahora un recuerdo.
María del Carmen Reyes (Madelca)
Mar del Plata (Argentina)
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