Esta es una carta que es parte de un cuento que se llama "Una historia verdadera" que estuve escribiendo en un taller de creación literaria al que asistí.
Hola! me encuentro en el mismo lugar donde te conocí, añorando esos momentos en los cuales estábamos juntos y te extraño, te extraño porque ya no me miras más, te extraño porque ya no sonríes más, porque ya no te acercas a mí.
Yo sé que todos dijeron que esto era lo mejor para mí, pero no veo como algo que me duele de esta manera puede ser lo mejor, sin embargo aquí sigo extrañándote.
No se como paso ni siquiera me di cuenta de que fue lo que ocurrió de repente un día ya no estabas más y yo me quede muda, me quede vacía, me dolió tanto que sentí dejar de respirar unos momentos, no se como te fuiste, ni con quién, solo se que me dueles bastante que desde entonces no duermo, ni miró el cielo, que ya no me concentro, ni puedo ver más allá de lo que me muestran mis ojos, no supe si yo te alejé o tú tomaste la decisión de irte, pero de nada vale ya, que me torturé tu no estas aquí y yo no puedo remediar esto.
No se porque lo nuestro acabó y no se porque de esa manera yo trataba de darte todo... quizá fue eso te asfixie; eso es lo único en lo que puedo pensar que sea lógico porque no entiendo porque te querrías ir de mí, porque te alejaste sin siquiera avisarme, porque a veces siento que en tu mirada hay rencor, desprecio o no sé nunca pude interpretar tu mirada a veces en tus ojos había amor, y a veces había miedo, preocupación, pero tu nunca lo expresaste, tú no eras así tu siempre fuiste el fuerte, el que nada sentía.
A veces pienso que ni siquiera tuvo un comienzo, más bien fue un momento en el que me encontraba muy vulnerable y necesitaba a alguien cerca de mí y tú llegaste justo a tiempo, eras la persona indicada en el lugar correcto.
Pero hoy te extraño más que nunca, hoy te siento tan lejos y yo tan triste que no se que es lo que me pasa, me duele el alma, me duele el corazón y no logro ponerme en pie, no logro encontrarme, mi mundo esta devastado y todo lo que habitaba en ese mundo murió, todo lo que creaste en mí se fue desvaneciendo con tu partida, y ahora mi soledad, mi intranquilidad y mi desesperanza me dominan, me guían, se han convertido en mi voz.
Quisiera pensar que ya se pasó tu momento, el momento aquel en el que yo era tuya, y lo digo en el mejor sentido, puesto que era tuyo mi corazón, mi cuerpo, mi pensamiento todo absolutamente todo, mi mirada, mis suspiros, mis enojos, mi calma, mi alegría, mi tranquilidad, absolutamente todo hasta mi voluntad.
Quisiera pensar que ya estoy liberada, que lo que paso o no paso ya lo olvide, pero no puedo porque cada día vuelves, no te alejas muy a mi pesar al contrario cada vez te vas acercando más a mí, cada vez te olvido menos y te quiero más.
Pero después de examinarlo me he dado cuenta de que no eres tú... soy yo, solo yo ... Porque quien se acerca a ti soy yo, quien te busca soy yo, quien se ilusiona soy yo, porque haciendo remembranzas del tiempo que hemos pasado juntos solo veo que tu eras tal como eres, no había nada especial conmigo, eras simplemente quien eres, como con tantas otras, así me trataste y no por lastimarme solo porque tu estas acostumbrado a eso, a ser así, no te culpo, pero como quisiera poder decir que tu momento ya pasó.
Pero nada puedo hacer, nada me regresa la alegría que tu trajiste a mi vida y que de la misma manera que llego se fue, es decir contigo, con todo lo que representas, con toda mi vida, estoy demasiado cansada para sonreír, para pensar en mí y pienso en que ya nada tiene sentido porque para que salir al mundo en el que tu ya no existes, el mundo en el que no puedo estar contigo, el mundo en el que tu no me sonríes, un mundo en el que no vale la pena existir, ¿para que? para sufrir porque tú no estas.
Pero solo quiero decir que te extraño y que espero que por lo menos tu si seas feliz y que como quisiera que estuvieras conmigo.
Autora: Sandra Muñoz Martínez (México, D. F.)
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