Rondan aquellas sombras cuando la tarde expira
¡que dan pavor y miedo! Se calla el Ruiseñor...
Luna se esconde y llora. ¡Todo mi ser transpira!
En el jardín las flores abortan su color.
Luciérnagas que mueren, el viento que delira
El ronquido aledaño de un tétrico tambor,
aullidos de chacales y fuego en una pira
un desvanecimiento,¡la noche del dolor!
Se encrespan ya mis labios y duele el corazón
la chusma se avecina, las sombras van gritando
¡que maten al poeta, que muera la pasión!
A la hoguera voy presto, con leños crepitando,
entre chusma salvaje, vibrando de emoción:
¡Podrán matar mi cuerpo mas seguiré cantando!